En los últimos años, España ha experimentado un crecimiento notable en la práctica deportiva y en la creación de ligas amateur. Según el último número de Panorama Social, publicado por Funcas, la práctica deportiva en España casi se ha duplicado, pasando del 25% en 1980 al 48% en la actualidad (Funcas, 2025, p. 1).

Este incremento refleja un ecosistema deportivo cada vez más vivo, diverso y orientado hacia la participación regular, lo que se traduce en un aumento significativo de competiciones locales y regionales.

Además, el deporte genera un impacto económico creciente: representa el 3,3% del PIB, integra más de 42.000 empresas y da empleo a cerca de 250.000 personas (Funcas, 2025, pp. 1–2). Las cifras muestran que la industria deportiva se ha consolidado como un pilar económico y social en el país.

Un ecosistema amateur en expansión continua

El informe también señala que el 70% de quienes practican deporte lo hacen tres o más veces por semana, una cifra que en 2010 era del 56% (Funcas, 2025, p. 2).

Este aumento de frecuencia se refleja directamente en la proliferación de ligas amateur, actividades federadas y competiciones organizadas, que año tras año gestionan:

• más inscripciones,
• más partidos,
• más personal operativo,
• más recursos logísticos y financieros.

España ocupa una posición intermedia en Europa en cuanto a práctica deportiva semanal, situándose ligeramente por encima de la media de la UE (42% frente a 39%) según el Eurobarómetro citado por Funcas (2025, p. 2).

Todo esto confirma que el deporte amateur no solo crece, sino que comienza a adoptar características estructurales más cercanas al deporte semi-profesional.

Los árbitros: un pilar fundamental en la profesionalización del deporte amateur

Aunque muchas veces pasan desapercibidos, los árbitros son esenciales para el orden, la legitimidad y la experiencia deportiva. Su papel impacta directamente en:

• la seguridad del partido,
• el respeto entre jugadores,
• la fluidez de la competición,
• la credibilidad de la liga,
• la retención de equipos y patrocinadores.

En una sociedad donde el deporte se ha convertido en un motor de cohesión social (Funcas, 2025, p. 1), garantizar un arbitraje de calidad se vuelve imprescindible para que las ligas sigan creciendo de manera sostenible.

La gestión financiera de árbitros: el aspecto más rezagado

A pesar de su importancia, la mayoría de árbitros en ligas amateur siguen enfrentándose a pagos:

• poco estructurados,
• sin trazabilidad,
• sin retención fiscal adecuada,
• con retrasos o falta de transparencia.

Esto desincentiva la continuidad, dificulta atraer nuevos árbitros y frena la profesionalización del sector.

Por qué la transparencia financiera es clave para el futuro de las ligas

El crecimiento del deporte amateur, respaldado por datos del propio informe de Funcas, exige que las ligas adopten mecanismos profesionales de gestión económica. Esto incluye:

• pagos con factura o justificante,
• retenciones de IRPF cuando corresponda,
• trazabilidad bancaria,
• reportes ordenados para clubes y gestores.

Implementar sistemas así genera beneficios inmediatos:

Conclusión: profesionalizar el arbitraje es la próxima gran transformación del deporte amateur

Con un país donde casi la mitad de la población es deportista activa, donde el deporte genera miles de empleos y donde la cultura deportiva se expande año tras año, profesionalizar la gestión del arbitraje es un paso natural y necesario.

Las ligas amateur que adopten sistemas sólidos de gestión financiera serán:

• más fiables,
• más atractivas,
• más sostenibles,
• y más preparadas para crecer en un entorno deportivo que no deja de transformarse.